lunes, 6 de diciembre de 2010

Kata Tjuta, Territorio Norte, Australia


El calor sofocaba, agotaba mis energías; pero habia algo superior, que guiaba mis pasos de forma ligera, como si pudiera levitar por aquellas rocas.Como si esas paredes pudieran abrazarme, me transportaron con la suave brisa a ese lugar donde las ALMAS se aman en libertad.





Mis trenzas comenzaron a deshacerse y de la nada, el aura atravesó mi alma. Un perfume a rosas intenso, en medio del desierto y me sentí salvada.